Ser friki no solo es ser fanático de Star Wars o de Dragones y Mazmorras, ni tener una estantería llena de Funkos o ir a salones del manga a hacer cosplay. Va más allá de eso. Se puede ser friki de casi cualquier cosa.
Ser ‘friki’ es tener auténtica pasión por algo. En nuestro caso, por la cocina italiana.
Sí, lo decimos, somos frikis de Italia y de su manera de entender la gastronomía. Eso nos empuja constantemente a la búsqueda de nuevas recetas y materias primas. Sabores que, como auténticos frikis que somos, nos encanta compartir contigo.
Así que hoy celebramos un día que nos encanta, ¡el Día del Orgullo Friki! Y para este día nos preguntamos, ¿habrá personas que, como nosotros, amen la cocina italiana con todas sus fuerzas?
La respuesta es: sí, las hay y queremos presentártelas. Así que ahí va nuestro top tres de personas frikis de la gastronomía italiana:
- Scott Wiener: el mayor coleccionista de cajas de pizza del mundo
Tiene el Récord Guiness a la mayor colección de cajas de pizza. Hasta 2013, año en el que recibió el premio, acumulaba más de 595. Todas ellas de distintas pizzerías de todo el mundo.
Scott siempre había pensado que la caja de pizza es esa típica cosa que es igual en todos sitios, cortadas por el mismo patrón y con el mismo tipo de decorado. Pero, cuando comenzó a viajar, se dio cuenta de que nada más lejos de lo que pensaba: todas eran diferentes y únicas. Ahí comenzó su obsesión.
Hoy su colección consta de más de 1.550 cajas y su carrera profesional gira en torno a su gran pasión. Scott organiza tours guiados por las mejores pizzerías de Nueva York, tiene un libro publicado, es columnista en la revista más importante del sector ‘Pizza Today’ e, incluso, dirige una ONG que apoya acciones humanitarias a través de eventos relacionados con la pizza.
Si esto no es verdadera pasión ¡no sabemos qué lo es!
- Paola Abraini: la única persona que sabe elaborar la pasta más exclusiva de todos los tiempos
Paola Abraini enseñó la técnica para hacer los llamados ‘Hilos de Dios’ a su cuñada y a su sobrina, por miedo a que este conocimiento desapareciese con ella. Aunque ella es la auténtica maestra.
Hoy en día, se puede decir que ellas son las tres únicas personas del mundo que saben preparar los Filindeu, que en dialecto sardo significa exactamente eso, los Hilos de Dios. Se trata de una pasta tradicional, muy ligada a un antiguo rito religioso que tiene lugar cada mayo llamado la Festa di San Francesco.
Está considerada la pasta más rara y exclusiva del mundo. De hecho, en los últimos 200 años, la única forma de probarla ha sido la de peregrinar a pie, a lo largo de 33 kilómetros, desde la ciudad de Nuoro hasta el pueblo de Lula, en Sardegna.
Los intentos de Paola por evitar que esta pasta caiga en el olvido han sido muchos. Creó una academia en su propia casa para enseñar a los más jóvenes la técnica de los Filindeu, ha aparecido en medios nacionales e internacionales, como la BBC, demostrando sus habilidades e, incluso, colaboró con una conocida marca de pasta italiana que intentó reproducir su técnica culinaria con una máquina, pero sin éxito.
¿El problema? La increíble dificultad en su elaboración.
Hay que amasar la masa lo suficiente para estirar el gluten y que se vuelva flexible y es, en ese momento, cuando comienza el estiramiento. La masa se enrolla en 8 hebras que se doblan, se cortan por la mitad y se vuelve a estirar. Esto se repite 32 veces, hasta obtener 256 hilos de pasta super finos, casi imperceptibles a la vista.
Luego, los hilos se extienden en la bandeja en tres capas superpuestas y se dejan secar al sol. El resultado es algo parecido a un tapiz tejido a mano, que se rompe en trozos y se hierve.
Paola es toda una maestra porque creció aprendiendo esta técnica, equiparable a quien aprende una lengua materna. Se la enseñó su madre quien, a su vez, la aprendió de la suya. Una receta generacional que es todo un ejemplo de pura pasión por la cocina.
- Stefano Cevenini: el chico de 19 años que hace el mejor café de Italia
En 2019 y con apenas la mayoría de edad, este joven procedente de Bologna ganó el Campeonato Nacional de Baristas. Un certamen que organiza el Instituto Nacional Italiano de Café. Algo que no es baladí en un país donde el culto al café es algo sagrado.
La historia de Stefano comenzó como comienzan esas pasiones que casi nos acercan a la locura. Desde los 15 años entrenaba diariamente con un esfuerzo meticuloso digno de admirar.
En cada entrenamiento utilizaba 1 kilo de café y 20 litros de leche, ¡al día! Pero fue entonces cuando dio con su receta perfecta. Un secreto que Stefano compartió con el mundo:
“La mejor receta para el espresso italiano es una mezcla equilibrada de aromas complejos y redondos al paladar, siguiendo la tradición de aproximadamente 25 mililitros en 25 segundos. Trabajé mucho sobre la temperatura de la máquina, obteniendo un espresso redondo y equilibrado entre acidez y amargura”.
Desde luego, un premio más que merecido por su esfuerzo, pero sobre todo, por su pasión.
¿Y tú? ¿También eres friki de la cocina italiana?
Si no lo sabes, te esperamos en nuestros restaurantes para que vengas a descubrir tus pasiones más deliciosas.