Cultura
5 indicios de que tienes un cuore italiano

Si te parasen hoy por la calle para preguntarte qué significa para ti ser italiano, lo más probable es que lo primero que se te venga a la mente es esa imagen de un hombrecillo simpático, con un bigote un tanto estrafalario, que sostiene una caja de pizza en una mano, mientras que con la otra adopta un gesto que todos somos más que capaces de imaginar gracias a las redes sociales (sí, los memes nos han hecho mucho daño)
Pero lo cierto es que ser italiano es algo que va mucho más allá de imágenes colectivas y clichés culinarios. Es algo intangible, que reside en la esencia de las personas y que se ciñe a una serie de valores muy específicos. Valores con lo que, seguramente, la mayor parte de sus vecinos mediterráneos nos sintamos muy identificados.
Por ello, en este artículo vamos a daros 5 claves que os ayudarán a identificar si compartís la auténtica esencia italiana. Es decir, 5 indicios con los que reconoceréis si tenéis o no un cuore italiano. ¿Estáis preparados?
- El maximalismo de la expresión.
Seguramente hayas escuchado muchas veces eso de que “los italianos hablan con las manos”. Y esto, lejos de ser una afirmación que nos puede resultar “cómica”, es algo que refleja muy bien su carácter apasionado y amigable.
Y es que, ya sea apretando los dedos contra el pulgar, o dándose pequeños golpes en la muñeca con el dedo índice, todos sus gestos tienen un objetivo que no se limita a poner énfasis a sus palabras: son una forma más de conectar, de mantener conversaciones profundas y demostrar su implicación por empatizar con las emociones e historias ajenas. La comunicación no verbal es una parte integral de su cultura que les permite crear vínculos sólidos con las personas y reforzar su personalidad sociable.
En definitiva, el groso de la esencia italiana disfruta de las conversaciones exageradas, donde los gestos cobran protagonismo, hasta tal punto que te resultará sencillo identificar de qué están hablando dos personas, aunque no estés cerca para escuchar su conversación.
- La familia es lo primero.
Vito Corleone dijo que “un hombre que no pasa tiempo con su familia nunca puede ser un hombre de verdad”, y esta frase nos sirve para abordar otro de los grandes pilares de la experiencia italiana: la familia.
La familia tiene un papel central en la vida de los italianos: desde la mamma o la nonna, hasta llegar a otros miembros más lejanos. Nuestros vecinos mediterráneos tienden a mantener relaciones muy estrechas con sus parientes. Esto se traduce a que les dan mucho valor a las tradiciones familiares como, por ejemplo, la celebración de extensas reuniones alrededor de la mesa, donde la comida, las risas y las confidencias son las protagonistas.
Y hablando de confidencias… Los italianos conservan un fuerte sentimiento de lealtad hacia los suyos. Porque sí, todos tenemos el típico primo o tío bocazas que, por mucho que lo intente, no sabe guardar un secreto durante más de cinco minutos. Pero si existe un lugar seguro para compartir nuestras inquietudes, mostrarnos vulnerables y recibir, a cambio, compañía y apoyo, ese es, sin lugar a duda, la familia.
- La sensibilidad hacia la belleza.
Si por algo es reconocida Italia, es por su riqueza artística y cultural. Tanto es así que, en el siglo XIX, el francés Stendhal acuñó el término “Síndrome de Stendhal” o “Síndrome de Florencia” para referirse a la reacción romántica que sufrió (caracterizada por un elevado ritmo cardíaco, felicidad y emociones indescriptibles) ante la acumulación de belleza y exuberancia artística durante su visita a la basílica de la Santa Cruz en Florencia. Y, en nuestra humilde opinión, no es para menos.
Y es que, desde las ruinas arqueológicas de Roma, hasta los encantadores pueblos medievales de la Toscana, Italia es una tierra plagada de belleza y cultura. Por tanto, no es de extrañar que a los italianos se les hinche el pecho de orgullo cada vez que alguien menciona que Italia es el país con más sitios reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sin embargo, su pasión por la cultura y el arte no solo se refleja en la admiración de sus monumentos y la arquitectura de sus ciudades, sino que los italianos también saben encontrar belleza en la contemplación de los pequeños piaceri della vita, eso a lo que ellos llaman la dolce vita.
Y es que, ya sea disfrutando de un cremoso cappuccino después del desayuno, o sentados al sol en una piazza italiana, para ellos, el mundo es un lugar colmado de bellezas ante las que rendirse.
- Casuales, pero no mucho.
Otro rasgo de la riqueza cultural de los italianos es su sentido de la moda. Y es que, en un país donde han nacido grandes diseñadores como Giorgio Armani, Stefano Gabbana, Guccio Gucci, Miuccia Prada, Emillio Pucci, Nina Ricci o Gianni Versace, no es de extrañar que sus habitantes hayan desarrollado un estilo innato, donde comodidad y elegancia no son mutuamente excluyentes.
No resulta raro salir a pasear por el Cuadrilátero de la moda de Milán y encontrarse con una soberana cantidad de atuendos monocromáticos, bufandas y pañuelos estampados y, sobre todo, gafas de sol, el complemento estrella de cualquier look italiano.
Pero lo cierto es que, cuando hablamos de moda italiana, no hablamos únicamente de una industria o una tendencia específica, sino de una filosofía de vestir que está muy interiorizada por las personas que viven en el país. Se trata de una manifestación artística más, una que todos los italianos dominan a la perfección. Es eso a lo que ellos denominan bella figura, y cuya traducción vendría a ser algo como “presentarse de la mejor forma posible”. Al fin y al cabo, nunca sabes a quién podrías conocer hoy, y las primeras impresiones siempre son las más importantes, ¿verdad?
- La comida como sinónimo de reunión y hospitalidad.
No es ningún secreto que la comida es uno de los pilares fundamentales de la cultura italiana. Son muchas las recetas italianas que, gracias a su originalidad y a la alta calidad de sus ingredientes, han obtenido reconocimiento a nivel mundial. Y es que, ¿quién en su sano juicio no querría probar una pizza margarita o disfrutar de la receta original de unos spaghettis carbonara?
Sin embargo, en este punto no vamos a hablar de la admiración internacional de la que goza la comida italiana, sino de su impacto social en un ámbito más pequeño. Y es que, para nuestros vecinos, comer supone todo un evento social y familiar, una oportunidad para compartir sabores, risas e historias con su familia, amigos e, incluso, con completos desconocidos.
La comida es ese espacio donde puedes ducharte en salsa boloñesa mientras tu padre y tú os enfrascáis en un debate sobre por qué la música de antes era mejor, o donde puedes compartir una pizza con tu mejor amigo mientras recordáis a vuestros antiguos compañeros de instituto.
En la Tagliatella tenemos una palabra muy específica para hablar de este último valor que caracteriza a la auténtica esencia italiana. Es eso a lo que nosotros llamamos l’Italianità, y que se traduce como “el arte de celebrar la vida a través de la cocina”. Un arte del que todo el mundo, sea italiano o no, debería poder disfrutar sin reservas.
Por ello, hemos creado una Nueva Carta con la que queremos invitaros a disfrutar de este pilar tan representativo en la cultura italiana. Porque todos deberíamos compartir el sabor de l’Italianità.
Ahora que ya conoces estas cinco claves, ¿sabrías decirnos si tienes un cuore italiano? Personalmente, nosotros creemos que todo el mundo tiene un pequeño italiano en su interior, luchando por salir a jugar un rato. Así que, ¿por qué no darle un poquito de libertad?