Módena, en el corazón de la región de Emilia-Romagna, puede presumir de situarse en un enclave privilegiado. Los paisajes de Módena cautivan al viajero, desde los Apeninos hasta el Po. La provincia, famosa por su aceto balsamico, es un crisol de parajes y paisajes que alegran el alma. En nuestro viaje de hoy por esta zona italiana nos prepararemos para encontrar algunas de las postales más hermosas de la Bella Italia. No te olvides de la cámara fotográfica, ¡sería un error imperdonable!
Reserva Natural de Salse di Nirano
Vamos a empezar nuestra ruta por los paisajes de Módena en uno de los lugares más peculiares de toda Italia, la Reserva Natural de Salse di Nirano. Para ello tendremos que hacer equilibrios por la frontera entre Maranello y Fiorano Modenese, que es justo el lugar en el que se ubica este paisaje tan espectacular.
Sin duda vamos a recorrer el espacio natural más especial de la región de Emilia-Romagna… ¡sus volcanes! Bien es cierto que son de pequeño tamaño, como una especie de conos de lodo esparcidos por el suelo de tal manera que ofrecen al observador una especie de recreación de un paisaje lunar.
La Salse di Nirano resulta de una extraña belleza y también provoca muchísima curiosidad. De esos pequeños cráteres volcánicos manan gases subterráneos que arrastran flujos de lodo, un fenómeno que se produce por la presencia de depósitos de hidrocarburos en el subsuelo. Los lugareños llaman a estas formaciones “borboj”, por el sonido gorgojeante que produce la pequeña erupción.
Para poder guiarte mejor te aconsejamos que te dirijas al Centro de Visitantes “Ca Tossi” de la Reserva Natural. Ellos te ayudarán a que puedas ver con todo lujo de detalle los bosques, barrancos y espacios salinos de Salse di Nirano. Se trata de uno de los paisajes de Módena más pintorescos y sorprendentes.
Parque Regional de los Sassi di Roccamalatina
Continuamos recorriendo inigualables paisajes de Módena y nos trasladamos hasta las llanuras del Apenino Modenense, junto al río Panaro. Aquí vamos a descubrir el secreto mejor guardado del Parque Regional de los Sassi di Roccamalatina: tres picos de piedra arenisca con forma de meteoros. Son impresionantes y en sus alrededores podremos estar en contacto con una reserva natural de flora y fauna que merece la pena visitar: desde los castaños de las montañas hasta las zonas de barbecho; desde las riberas del río hasta las cuevas y cráteres de la zona, desde las colinas hasta las pequeñas aldeas medievales.
Son precisamente estos pueblos del medievo, con sus iglesias tan características, los que añaden interés al recorrido por el Parque Regional de los Sassi di Roccamalatina. Torres, casas, monumentos, pueblos enteros que llevan ahí desde el siglo XII. Por cierto, no dejes de visitar el Museo de la Castaña. Es un sitio muy curioso.
Acude al Centro de Visitantes y ellos te informarán sobre cuestiones muy interesantes como el hecho de que cuenten con una red con más de 100 kilómetros de senderos que podrás recorrer a caballo, a pie o en bici. Son 14 itinerarios con distintos niveles de dificultad, de manera que siempre podrás encontrar uno apto para tu forma física. Disfrútalo.
Parque Regional Altos Apeninos Modenenses
Nos trasladamos ahora a uno de los parajes más bellos y espectaculares de la Emilia-Romagna: el Parque Regional Altos Apeninos Modenenses. El lugar también se conoce como el Frignano y tiene, nada más y nada menos, que 15.000 hectáreas repartidas por los municipios de Fanano, Módena, Sestola, Pievepelago, Frassinoro, Montecreto, Riolunato y Fiumalbo.
Hemos llegado a la parte más alta de la Toscana y Emilia, justo en el lugar donde se alza el Monte Cimone, con 2165 metros, el pico más alto de los Apeninos del Norte. Pero esta no es la única montaña del parque.
En Passo de Lupo, concretamente en el municipio de Sestola y muy cerca del lago de la Ninfa, se encuentra el Jardín Botánico Esperia del Club Alpino de Módena. Vale la pena un paseo por sus caminos, para conocer una amplia variedad de flora alpina y plantas medicinales. Sin duda, los Apeninos Modeneses son máximo exponente de los incomparables paisajes de Módena.
Gastronomía de Módena
Resultaría imperdonable hablar de la gastronomía de Módena sin hacer mención a su apreciado, exclusivo y universal “oro negro”. Hablamos del aceto balsamico tradizionale, conocido como vinagre de Módena. Si en algún momento has pensado que el vinagre de Módena que compras en el súper tiene algo que ver con el aceto italiano, estás en un gravísimo error.
Para que sea un auténtico vinagre de Módena, el aceto balsamico debe conseguirse directamente del mosto, cocido en olla sin tapa durante tres días a un máximo de 100⁰C. De este modo los modeneses consiguen una reducción a la mitad, rica en azúcares que se caramelizan y que producen el color tan característico del vinagre de Módena.
El siguiente paso es guardar el líquido en pequeños barriles de madera que se tapan con tela para que puedan permitir la evaporación. Claro que no vale hacerlo en cualquier sitio. Hemos de convenir que el clima especial de Módena favorece la fermentación del aceto balsámico.
Pero a todo este proceso hay que añadirle tiempo. De hecho, el vinagre de Módena necesita un mínimo de 12 años para hacerse añejo, aunque el proceso continua hasta los 25 y solo estos dos vinagres consiguen la Denominación de Origen.
Una curiosidad, las botellitas de aceto balsamico tradizionale están cerradas con una capsulita de metal. El color beige es para el de 12 años y el color oro para el de 25.
Nuestro consejo es que pruebes algunas delicias de la gastronomía de Módena, como el parmigiano reggiano, aderezado con unas gotas de auténtico aceto y, por supuesto, como condimento en nuestras ensaladas o a modo de crema en la deliciosa Pizza Melanzana o Calzone Toscano que encontrarás en nuestra carta. ¡Trasládate hasta Módena con un solo bocado!